Heinrich Böll - Premio Nobel de Literatura 1972
El nombre de Heinrich Böll es sinónimo de excelencia literaria en Alemania. Este escritor se dio a conocer por su singular forma de narración, con historias basadas en su experiencia como prisionero de guerra.
Este autor nace en Colonia en el año 1917. Estuvo toda su vida rodeado de arte, pues su padre era un escultor de renombre. No obstante, era la literatura que atraía a Heinrich desde una muy temprana edad.
Al finalizar su educación secundaria, comienza a laborar de librero. Inicia una carrera universitaria, pero se ve obligado a interrumpirla en 1939 con los movimientos que precedieron a la Segunda Guerra Mundial.
El alemán estuvo preso en un campo de Estados Unidos en Francia durante gran parte de esta guerra, lo cual influiría en sus obras.
Cuando finaliza la guerra, regresa a su ciudad natal para culminar su educación en Literatura y Lingüística alemana. Durante este periodo, trabajó en una ebanistería y comienza a escribir sus propias obras.
Sus primeras publicaciones consistían en dramas radiofónicos y pequeños escritos para los diarios. En 1951, se dirige a Irlanda con el fin de aislarse e inspirarse para la escritura de obras más extensas.
Aparte de sus experiencias como soldado, la escritura de este autor se basó en el resurgimiento de Alemania luego de los eventos de la guerra.
Con pensamientos militantes y católicos profundos, Heinrich fue crítico de las instituciones eclesiásticas. Pasó gran parte de su carrera en la defensa de los derechos humanos, en especial de la minoría en la población.
Temáticas e influencias literarias

En sus primeros años de escritor, Heinrich Böll describe su literatura como una dedicación a la guerra y a las ruinas. Presenta una trayectoria de relatos y novelas cortas con claras referencias al periodo posguerra.
Este estilo de literatura tocaba tópicos tan frescos para la época que permitieron que el autor se diera a conocer de inmediato.
En su primer relato, El tren llegó puntual, se enfrenta al planteamiento de la muerte, predominante en las épocas de guerra. Fue publicado en 1949, y se evidencia el estilo de narrativa de plano amplio y elisión, basado en la escritura americana.
Heinrich logró incluir tópicos muy diferentes sin salirse del género de guerra en su novela. Y no dijo una sola palabra, publicada en 1953, se centra en la destrucción del matrimonio desde una perspectiva católica, situado en un periodo posguerra.
Para esta novela, el alemán se inspira de obras de grandes literarios del siglo XX como James Joyce y Ernest Hemingway. De ellos adquiere la especificidad en la narración y el lenguaje utilizado, así como la repetitividad de las palabras.
Perspectivas controversiales
Continúa con el hilo de eventos posguerra con su novela siguiente, Casa sin amo, de 1954. Habla acerca de un niño huérfano, narrando situaciones de adulto desde la perspectiva de un infante.
Esta novela es una crítica social severa con elementos de sátira que llegan a lo grotesco, por lo que causó cierta polémica en el tiempo de su publicación.
Otra de sus grandes obras fue Billar a las nueve y media. Esta historia presenta un enfoque más general acerca de la historia alemana durante la primera mitad del siglo XX, mediante tres generaciones distintas de una misma familia.
Los elementos satíricos se acentuarían en las siguientes obras de Heinrich, que incluyen tópicos de mayor relevancia social en la lucha de la libertad ante el poder.
Incluso presentaría tópicos controversiales tales como el terrorismo en sus obras, por lo que sería objeto de crítica de figuras políticas de la época.
Aun así, se alzó como uno de los autores más importantes en la literatura histórica alemana. Fue reconocido por ello con el Premio Nobel de Literatura en 1972.


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