Hoy es viernes, pero eso realmente da igual. En Libreando nos lo pasamos tan bien que todos los días son viernes. Toca publicar un artículo de esos que seguro que te sacan alguna sonrisilla tonta.

Te queremos presentar 15 frases graciosas que se han atribuido a Paulo Coelho (mediante fuentes de dudosa calidad).

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Frases graciosas de Paulo Coelho

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Gran cita, para no parar de filosofar, la verdad. Platón, Descartes, incluso Albert Camus se quedan muy atrás, a la sombra del maestro Paulo Coelho.

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Una gran expresión que refleja la inefable necesidad de sentirse deseado y el terrible sentimiento del rechazo, incluso por un objeto que tú has programado.

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La primera vez que leí esta cita de Paulo Coelho me quedé paralizado. No podía moverme. Cuánta razón, grande maestro.

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No hacen falta demasiadas palabras para decir algo impactante.

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Gran desestructuración de la gramática, una combinación magistral del manejo de la lengua y de la lógica.

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El mejor consejo que he podido recibir y que siempre tengo presente. Tire y empuje... tire y empuje... mierda, era al revés.

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Aquí vemos a un Coelho más maduro, macerado, lleno de sabiduría—sin tapujos. Paulo sabe reconocer las necesidades y los méritos de la gente de a pie.

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Cualquier neurólogo está familiarizado con el trabajo de Paulo Coelho de Souza. Es mencionado en los más prestigiosos diarios científicos y colaborador habitual de más de 40 asociaciones en contra de los feos y feas madrugando.

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La informática nunca ha sido su fuerte, lo suyo es la filosofía (cuánto más profunda, siempre mejor. La filosofía digo).

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En varias ocasiones, hablando con periodistas rusos, llegó a anunciar un nuevo tratado universal: si alguien te hace llorar, debe lidiar con tus mocos, pues fue dicha persona el causante de tu flema.

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Tendré que fiarme. Yo, si lo dice Coelho, vamos a Misa.

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El pecado... representado como la fruta prohibida, es la nueva obsesión del autor de «El Alquimista».

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Un escritor flexible, tolerante, comprensivo, paciente e indulgente—incluso con la lingüística.

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Este ya me parece un consejo de cuñao.

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Yo creo que ya deberíamos ir cerrando el artículo.

Voy a ir a recoger mis cosas de casa de mis padres y a vivir una temporada en el monte, necesito tiempo para digerir todo esto. ¿Tú, no?

Eso sí, cuando vuelva, creo que estaré preparado para escribir mi primera novela «Paulo Coelho: lecciones de vida del padre que nunca tuve».